A veces.-


A veces en quien menos crees, es quien más te enseña,
y a quien menos le das, es de quien más recibes…
A veces donde menos buscas, es donde más encuentras
y de quien menos esperas es quien más te entrega…









... A veces en quien menos piensas, es quien más te recuerda;
a quien menos amas, es quien más te perdona…
A veces quién menos dice quererte, es quien más te demuestra
lo mucho que te ama.
Un beso.

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From: elyag

Imágenes para Pensar

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Atreverse.

Cuando nos atrevemos a amar y a entregarnos honestamente, se abre un mundo de posiblidades, porque caminamos valientes por la senda de la vida, que algunas veces nos parecerá 
borrascosa y otras llena de flores y belleza infinita. 

Lo más hermoso es si al menos dos seres se unen en amor absoluto, su luz resplandecerá e iluminara con intensidad a todos los que se acerquen. 

Tu propio paraiso es posible si amas cada día intensamente y conviertes cada una de tus relaciones en "santas", porque vive alli Dios en su máxima expresión. 

Tu paz interior.


Tu paz interior no es algo que puedan quitarte.

Proviene de la manera en que tú decidas estar.

Aunque el mundo que te rodea pueda estar lleno de confusión, ruido y desorden, tú puedes optar por sentir paz en tu corazón.

Aunque la vida esté llena de desafíos complicados y contratiempos que parecen surgir de ninguna parte, puedes optar por transitar cada instante con una actitud llena de paz.

Viviendo sólo para las cosas superficiales, superfluas y pasajeras, una paz verdadera seguramente te será esquiva.

Para realmente tener paz interior dedícate a cosas concretas y duraderas.

Nadie puede obligarte a estar en paz.

Y nadie puede quitarte tu verdadera paz interior cuando ella está dentro de ti.

Imagina la fuerza que te daría vivir cada día con paz en tu corazón.

Y date cuenta de que esa opción, siempre está allí para que decidas hacerla tuya.


Gabriel Sandler

Uno mismo...


Permite que tu mente se vuelva como un lago tranquilo, sin olas, 

y disfruta de esta experiencia. Al finalizar un día, es importante sentarse con uno mismo y dejar que la mente se estabilice. 

Lentamente, permitir que la mente se vuelva pacífica y serena, como si el día entero no la hubiera afectado. 

Para esto, has el ejercicio de enfocarte en un punto específico y concentrarte en ti mismo como si tú fueras un punto. 

Visualízate como un punto de luz brillante; un punto no trabaja y no actúa, simplemente existe y acepta la existencia tal cual es. 

Al hacer este ejercicio, poco a poco verás tu mente convertirse en algo más suave y sutil, lleno de paz y serenidad.

Josami.